Mensaje de Reflexión

REFLEXIÓN PERSONAL 

Esta historia nos recuerda que la vulnerabilidad es parte de la condición humana y que no debemos tener miedo de mostrar nuestras emociones, porque solo aceptando nuestro dolor podemos hallar la verdadera paz.

A través de los ojos y vida de María, exploramos la realidad de las enfermedades, el sufrimiento y cómo enfrentamos las perdidas o la posibilidad de perder a alguien que amamos y que todos reaccionamos de maneras diferentes, ya sea con lágrimas, silencios o buscando distracciones o personas externas a nuestras familias. Hoy en día podemos observar la fragilidad y debilidad emocional que tienen los jóvenes y adolescentes, edades en que sus emociones se exceden y no siempre se entienden, es por eso que es necesario demostrarles que aprender a ser resilientes es un proceso de maduración emocional frente a las adversidades de la vida y que todo lo que sucede es parte del crecimiento personal. No siempre seremos valientes desde el principio, pero poco a poco podemos ir descubriendo lo valiente y fuertes que somos a lo largo del camino.

En la obra las metáforas del pañuelo mágico y el hada madrina resaltan que, aunque no hay una fórmula para controlar el llanto o enfrentar el dolor, cada persona debe encontrar su propio modo de superarlo. En ocasiones, llorar no significa que uno sea débil, sino que está aprendiendo a aceptar sus emociones.

Recordemos que no siempre podemos enfrentar nuestro dolor solos; buscar ayuda, apoyo y consejos de otras personas puede ser una fuente de fortaleza. La vida está llena de sorpresas, pero la forma en que las enfrentamos es lo que define nuestra capacidad de superarlas. No siempre es necesario controlar los llantos, a veces, es mejor dejar fluir las lágrimas para seguir adelante.

Gladys Lucio Suárez.

© 2024 Gladys Lucio Suárez, La Libertad - Ecuador.
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